HABLANDO DE CULTURA
VIVA COMUNITARIA
EL AYNI – EL CARGUYO
Recordando mi infancia, las comunidades campesinas y los
pueblos originarios, quiero contarles de cómo se dan hasta nuestros días estas relaciones, pero antes
una revisión de estas dos palabras.
AYNI es una palabra quechua que significa cooperación y
solidaridad recíproca. Más que palabra, es una forma de vida de los pueblos
originarios; Americanos en general y Andinos en particular, que se manifiesta
como relaciones sociales basadas en la ayuda mutua y reciprocidad. Sistema
económico-social que las culturas aymaras y quechuas practican hasta hoy en día
para vivir en armonía y equilibrio para bien de la comunidad. Está basado en la
reciprocidad y complementariedad.
CARGUYO es la persona o personas que se encargan o se hacen
responsables de organizar una fiesta patronal o comunal, también es la persona quien convoca a un
trabajo comunitario, como safa casa, pirka, sembrado, cultivo o cosecha de
algún producto.
Aquí aparece una tercera palaba:
RECIPROCIDAD Nombre femenino, correspondencia mutua entre dos personas
o dos cosas. Se dan también entre comunidades, pueblos, organizaciones,
barrios, países, es el más alto amor que uno puede ofrecer sin esperar cambio
de nada, como a una madre, a una pareja, a un hijo o hija, cuando uno siembra amor cosecha
amor, la reciprocidad es innata a nuestra naturaleza.
Cuando una persona u organización nombrada o elegida para
una responsabilidad, ya sea de una fiesta o labor comunal, o sencillamente
invita a su hogar, da lo mejor a sus visitantes o invitados, cocina la mejor
comida, agradece tu llegada con un buen
baso de chicha, comparte su mesa, su plato su cuchara, en el centro de la mesa
un buen mate o batea con cancha (maíz tostado) habas sancochada, choclo,
mashgua, oca y su infaltable puco de ajicito con chinche, huacatay y su
respectivo queso, cocina siempre por demás, porque es fatal que falte comida,
su casa es como tu casa, está atento si es que falta alguna cosa o un banquito
donde sentarse, no falta el abrazo y palabras cariñosas, hay que tomar, hay que
bailar, hay que cantar se dice… quiere que te alegres y estés bien, es el gran
momento de compartir su cariño , su amor, atento a lo que necesites, y si hay
que quedarse a dormir, prefieren ofrecerte su cama y ellos dormir al lado de la
cocina, porque saben que hoy les toca dar, brindar y ofrecer lo mejor, y mañana
le tocara al otro esmerándose del anterior.
En estas relaciones se encuentran el cariño, el amor, el
afecto, el corazón, el alma, demostrado en acciones y no en suficientes
palabras, Hoy me toca a mí y mañana a ti,
LA RECIPROCIDAD hoy tengo la capacidad de brindarte, tengas o no tengas
posibilidades tod@s son iguales, la felicidad está en el compartir afectos, sentimientos y
emociones.
De lo contrario el otro medio de relación seria el dinero,
cuanto tienes cuanto vales, te invito a mi casa y te cobro la comida, si se
acaba la comida que penita pues, y si te quedas a dormir tengo cama de todo
precio, así es el dinero pues, en algunas partes ya se están perdiendo en
sentido del AYNI.
Una mirada hacia nuestros pueblos es importante para recoger
sabidurías ancestrales, pero no solo una
mirada si no un aprendizaje y un accionar de aquello sin sacarle la vuelta o
disfrazarlo, en cada momento de nuestras vidas, que nuestra cabeza y nuestro
corazón accionen comunitariamente, despejando la individualidad, el
oportunismo, la inmediatez y la
venganza, pues que sirvan de base para restituir, recomponer y construir una
vida de humanidad de la que tod@s somos parte.
Javier Maraví.
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