El arte como todas las profesiones no pueden estar
desligadas ante sus realidades y el hombre por naturaleza es comunitario, pero
todo está de cabeza y vivimos descuartizados por la indiferencia, la
injusticia, el individualismo, el caos, y encontramos la falsa felicidad del
dinero, como único fin de nuestra existencia.
Esta semana renuncie en plena asamblea de mi asociación de
vivienda residencial primavera El Agustino, donde conformaba parte de la
directiva, nosotros éramos quienes aviamos denunciado malos manejos de una
directiva anterior que hasta estos días están acechos por regresar a tener
nuevamente el festín de la corrupción, con la actual directiva donde formaba parte, veníamos con uno de los grandes propósitos; LA
TITULACIÓN DE NUESTRAS VIVIENDAS, y ya se había
conseguido la inscripción de la habilitación urbana en registros públicos, todo
iba bien y correctamente pero de pronto el presidente nos plantea que había una
persona que ayudo en registros públicos y que está cobrando dos mil quinientos
soles, después de una discusión se le entrego el dinero por aprobación mayoritaria
de la directiva, personalmente no estuve de acuerdo y le dije al presidente que
esta sorpresa definitivamente no vuelva a pasar nunca más, por cuestiones
internas de la asociación se vuelve a rectificar la inscripción en el presente
año, y nuevamente aparece la sorpresa y ahora son tres mil soles que cobro el
presidente por otra supuesta persona que ayudo en registros públicos, nunca lo
conocimos a tal persona, nunca se habló o aprobó dar algún pago a x persona y
la sorpresa cumple su fin… tenía que denunciar públicamente en plena reunión de
los asociados y la sorpresa es mayor todavía cuando NADIE dice nada y al contrario todos salen a favor del presidente ratificándole
el cargo de un periodo más… es una pena y muy lamentable porque además el
presidente es abogado y juez al servicio de la nación.
Con dolor de lo que pasa en mi comunidad al igual que
pasa con mi patria, tuve que renunciar públicamente, no puedo ser cómplice de
la corrupción, no puedo guardar silencio ante malos manejos, no quiero ser
parte de la mayoría de ciudadanos que piensan NO IMPORTA QUE ROBE, PERO QUE
HAGA OBRAS, con que dignidad estaría frente a mis alumnos, con que verdad estaría
frente a mi público, con que corazón compartiría con tantos niños, niñas y jóvenes,
seré un granito en un inmenso arenal, pero no puedo guardar silencio.
Quiero
un trago amargo, amargo, amargo
Yo no
soy de esta vida, soy de otra
Trato
de comprender la oscuridad que me flagela
Látigos
de indiferencia que llegan al alma
Mi
corazón duele al igual que mi sangre
No
puedo estar en el charco que ciega
Doy la
vuelta y más charco y más charco
Esta
vida que estoy pasando me hace más rebelde
Y desde
mi trinchera de diablo feliz, seguiré
Cantando,
bailando en la claridad de cada amanecer.